Wednesday, December 13, 2006

Una historia cualquiera



Para Gabriela, que no se llama así pero ella sabe que es ella.

Mientras Gabriela terminaba de arreglarse me decía, mirándome a través del espejo del baño, que siempre que se peinaba se acordaba de su padre. Era él quien le recogía el pelo cada mañana antes de ir a la escuela. Pero sus callosas manos de obrero no estaban preparadas para la suavidad del cabello de una niña de seis años e inevitablemente sus coletas siempre quedaban apretadas. Llegaba a la escuela con un dolor de cabeza terrible, me decía entre risas.

El padre de Gabriela se consideraba un hombre afortunado. Simpatizante del partido socialista, tras el golpe de estado que acabó con la vida de Allende y con las esperanzas de los chilenos, sólo perdió su trabajo. También perdió la dignidad y las ilusiones, me dijo Gabriela, ahora sí, mostrando un brillo de tristeza en sus ojos negros. Después del golpe aún hizo algún intento de encontrar empleo, pero estaba señalado. Pronto tuvo miedo de que se supiera que había votado por la Unidad Popular o que había estado en la plaza de los Héroes de Rancagua el día que Allende anunció la nacionalización del cobre, y se recluyó en su casa de la comuna Maipú. Un día el miedo se vino a vivir con nosotros y nos acostumbramos a verlo detrás de mi padre mientras cada mañana se afanaba penosamente en las tareas domésticas que, como a buen hombre chileno, nadie había enseñado a hacer, me contó. Entretanto, su madre limpiaba casas en Las Condes y criaba unos hijos que no eran los suyos.

Gabriela dejó el peine sobre el lavabo y girándose me confesó que de niña tuvo envidia de los exiliados chilenos en Europa. Porque eran jóvenes e idealistas y la gente los quería porque eran héroes. Y cantaban canciones de Atahualpa y de Víctor Jara. Y eran cultos y leían a Neruda y a Galeano. Y porque decoraban sus casas con posters del Che Guevara y no con una roñosa foto de la cordillera recortada de una revista, como su padre.

12 comments:

sagui said...

Qué escalofrío, macorina, qué historia.
Estos días me acuerdo de todas las Gabrielas y sus padres, y de los que tuvieron menos suerte aún y no volvieron, y lo confieso, la pena y la rabia de no haber visto a Pinochet morir contra una pared o a sus esbirros encerrados para toda su vida me puede.
Ayer leía en La Vanguardia a una niñata despreciable que decía:"Mi tata (mi abuelo, por Pinochet), un ídolo.Lástima que quedó mucha gente por matar, sinceramente".Y presumía de haber sido educada con altos valores.Una tipa de no más de 20 años.Increíble.

Anonymous said...

Que historia más tierna y dura al mismo tiempo.
Pinochet era un asesino, pero y los que le siguen y lo defienden ¿que son?. El comentario de la niñata es de juzgado de guardia.

Anonymous said...

Me ha llegado mucho la historia. Qué injusto, ¿quién le paga a esta gente el sufrimiento?
Vale, que Pinochet se ha ido sin ser juzgado, pero ¿y los que quedan?, ¿y el dinero?
A la Gabrielita ésa le tenían que quitar el dinero que tiene gracias al expolio que hizo su abuelo al pueblo chileno, veríais cómo se le quitaban las tonterías.
(Me jode los que dicen que el país prosperó durante los años de la dictadura. ¿Qué país no prospera en casi dos décadas? Sobre todo cuando tiene tantos recursos naturales de minería y pesca, y el beneplácito de EEUU, no lo olvidemos).
El dinero de Pinochet no creo que esté todo en bancos de Suiza. Para mí que parte está invertido en asuntos inmobiliarios, muchos de ellos en España. La gran agencia de blanqueo de dinero que fue desmantelada, sólo en parte –pequeña-, gracias a la operación Ballena Blanca, está constituida en su mayoría por abogados chilenos, y Del Valle, uno de sus máximos representantes, es sobrino del que fuera Ministro de Justicia con Pinochet. (Esta agencia está relacionada, por ejemplo, entre otros muchos casos, con la trama Fórum Filatélico/Afinsa).
Vamos, blanco y en botella…
Que les quiten el dinero.

sagui said...

Aunque hubiera prosperado por los aciertos del asesino, eso no justifica ni uno solo de los muertos, ni de los torturados.
No hay dinero que limpie eso.

macorina said...

Iwi, pues no me extraña que tengan inversiones inmobiliarias en España. Al fin y al cabo esa gente sabe dónde hacer dinero fácil y ahí van como buitres. Es verdad que con tanta tragedia humana, no hay prosperidad, por definición, pero sé a lo que te refieres y ni siquiera creo que haya sido pa'tanto.

Joer, Malayerba, qué miedo las declaraciones de la nieta del tirano. Como dice Sonia, de juzgado de guardia. También tengo metida en la cabeza la foto que salió en la portada de El Pais, creo, que mostraba a una chica de menos de veinte años llorando por el viejo baboso criminal y ladrón. !Y no era familia porque estaba en la calle! Cuánto odio.

Unknown said...

He conocido a chilenos de los dos bandos, y gente, llamesmola, "neutral", que sospecho estaban a favor de Pinochet pero no se "atrevian" a decirmelo . Me choco especialmente oir a un ninyato de 26 anyos decir que Pinochet habia hecho cosas excelentes por su pais.

A mi me tiene obsesionada la hdp de la Thatcher. Cuando la famosa extradiccion, acababa de llegar a este pais y no me podia creer lo que veia/oia/leia. Esa seguo que esta en el funeral. Hay mucho pinochetista suelto por el mundo, disfrazado de democrata. Asi nos va, son muchos.

Me ha gustado mucho como has contado la historia, Macorina.

Anonymous said...

Yo me planteo si con historias como las que hemos oído es posible la reconciliación. No han parado de decir en los periódicos que si el país está muy dividido, que si tal y que si cual. Pero es que me parece complicadísimo que pueda existir tal reconciliación.

Los que estuvieron a favor van a educar a sus hijos en ciertos valores que serán de Pinochet o de cualquier otro que nos salga con estas barbaridades. Los que sufrieron la represión, van a educar a sus hijos también en contra de los que los oprimieron. ¿Cuánto tiempo tardará en desaparecer el enfrentamiento en Chile? ¿Cuántas generaciones tendrán que pasar?

sagui said...

las que sea necesario hasta que TODO EL MUNDO acepte que la tortura y el asesinato no son aceptables jamás, en ningún caso, bajo ninguna excusa ni con ningún pretexto.Como en este desgraciado país:ni eran aceptables las chekas, ni la represión franquista, mucho más cruel y organizada.Como en USA:ni por combatir el terrorismo.Cuando todos interioricen que hay límites que no se pueden cruzar, entonces nos planteamos las reconciliaciones que hagan falta.

gurb said...

genial maco. Y me sabe mal decir 'genial' a partir de una barbarie. pero tia, no veas.

llevo dias leyendo y releyendo este escrito tuyo y no encuentro palabras para comentar.

me has hecho reflexionar mucho a partir de este relato.

gurb said...

siempre, SIEMPRE pasan cosas merecedoras de primeras paginas en periodicos, grandes documentales, noticias, boletines de última hora...

...y están los sinnombre, los anonimos, los que sufren en un mundo injusto, y allí quedan, encerrados en el silencio. Joder, que rabia de mundo.

Anonymous said...

Hoy tengo día de ceder la palabra a otros. En este caso a otro asesinado por Pinochet: Víctor Jara.

Muy bien, voy a preguntar
por ti, por ti, por aquel,
por ti que quedaste solo
y el que murió sin saber,
el que murió sin saber.

Murió sin saber por qué
le acrillaban el pecho,
luchando por el derecho
de un suelo para vivir.
¡Ay! que ser más infeliz
el que mandó a disparar
sabiendo cómo evitar
una matanza tan vil.

¡Puerto Montt oh Puerto Montt!...

Anonymous said...

quedan muchos pinochetes aún por derrocar. aqui y allá. siguen las venas abiertas. en américa latina, en oriente, en "europia", y si les dejasen, en la luna tambien