Tuesday, November 28, 2006

Flojera mental

Después de tanto tiempo sin pasar por aquí esperaba escribir algo con un poco de fundamento pero la verdad es que estoy de capa caída, bloguerísticamente hablando. Mi vida en el exilio se limita al curro (a nivel de mar y en la montaña), a paseos en bici, a algún ejercicio de introspección y a unas historias muy chungas de las que prefiero no escribir. Mi vida social tiende a cero mientras que la vida cultural de este sitio es inexistente y no tengo tele. En resumen, me faltan estímulos y/o fuerzas para escribir. Eso no significa que vaya a cerrar el blog (aunque todo hay que decirlo, la bogosfera no perdería gran cosa si lo hiciera) pero sí que no sé cuando volveré a cogerlo con ganas. De cualquier forma, aunque escriba poco, sigo leyéndolos todos los días. De alguna manera ustedes, los ciudadanos de Malayerburgo y otros, se han convertido en parte de mi vida. Hace unos meses hubiera considerado friqui perdido a cualquiera que dijera una cosa así. Ahora veo la Internet como un medio de comunicación y encuentro más, ni mejor ni peor que otros. Sin duda mi modestísimo espacio en la blogosfera me ha enriquecido y espero que lo siga haciendo. Siguiendo con el tema, el otro día hablaba por teléfono con mi amiga del alma, que es como mi hermana y a la que quiero como a poca gente en este valle de lágrimas, y me decía que andaba buscando no sé qué información en Internet y le sorprendió que la mayoría de los enlaces llevasen a ‘blogs de esos donde un montón de colgados escriben chorradas’ (sic). Ella es una de las pocas personas con la que hablo de cualquier cosa y que sabe (casi) todo de mí y sin embargo, como San Pedro, negué tres veces mi blogoadicción. Bueno, sólo la negué una vez y ni cantó el gallo ni nada pero tengo que dramatizar un poco para que el post tenga algo de sustancia. Creo que la pobre aún no está preparada para asumir mi lado friqui. A lo mejor salgo del armario cuando la vea en navidad. Habrá post al respecto, prometo.

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Monday, November 06, 2006

Una del Oeste



La ciudad donde vivo es francamente fea pero se le acaba cogiendo cariño. Se fundó hace sólo 120 años y aún así creo que es la más antigua de Baja California. No hay centro colonial ni iglesias ni palacios ni nada que huela a historia de esa que se estudia en las escuelas así que los propios mexicanos suelen decir que esto no es México. Y la verdad es que por aquí la gente está bastante agringada. No es raro que los hombres vayan con sombrero de vaquero (más correctamente sombrero norteño, pero viene a ser lo mismo), botas y cinturón de hebilla gruesa con forma de cabeza de caballo, toro, herradura o algún otro símbolo alegórico de la vida en los ranchos. Los únicos edificios de cierto valor son una cantina y la antigua cárcel, hoy centro cultural. La cantina es más antigua que la propia ciudad y tengo entendido que comenzó como posada en una ruta de diligencias. En seguida fue un éxito porque su fundador, un alemán, trajo consigo de la vieja Europa la fórmula de la cerveza. Es una casa de madera bastante parecida a las de los pueblos de las películas de vaqueros. De hecho parece que por estas latitudes era costumbre traerlas en piezas por barco desde Inglaterra o comprarlas en los catálogos de 'Sears' (unos almacenes gringos). En la fachada aún se pueden ver las típicas barras para atar los caballos. Por dentro conserva más o menos su decoración original, aunque con un par de hermosos televisores para ver béisbol y fútbol, y es el único local donde se pueden ver juntos y en armonía a gringos y mexicanos. Suele haber mariachis o bandas norteñas que tocan ese tipo de música tan popular aquí (chin pon-pon, chin pon-pon) con el que me atormentan los domingos y cuyos máximos exponentes son los 'Tigres del Norte' y los 'Tucanes de Tijuana'. La antigua cárcel es una casita de adobe con pinta de fuerte del general Custer. Tiene un patio central y dos filas de celdas a los lados que son cuartitos diminutos. Yo sólo entré una vez a ver una exposición y sólo cabía un cuadro, tamaño medio, por celda. Las condiciones de la prisión debieron ser francamente inquietantes para los pobres forajidos.

En cuanto a la ciudad en sí no hay mucho que contar. Tiene aire de barrio residencial gringo, con calles en cuadrícula y casas unifamiliares, pero en versión mega cutre. El centro, en la costa, está dedicado a comercios para los turistas gringos de los cruceros. ¿Se acuerdan de Vacaciones en el Mar? Pues el barco paraba aquí. Las tiendas que más abundan son las farmacias cuyo producto estrella es el viagra (la relación de esta ciudad con el viagra merece un post aparte) aunque venden de todo, incluyendo tabaco, alcohol, tarjetas para móviles y papas fritas de bolsa. También cerca del puerto está el bajío, que es el típico barrio con bares sórdidos y prostitutas. El sitio no sólo es deprimente sino peligroso. Tal es así que los policías tienen terminantemente prohibido ir por allí en su tiempo libre. Un compañero del curro, ex-policía, me contó como un par de delincuentes habían reconocido a un antiguo colega suyo, que tuvo la osadía de meterse con una amante en un motel del bajío, y se lo habían cepillado allí mismo. Pese a todo, la ciudad es relativamente tranquila. Más hacia el interior están las calles comerciales para la población local. Termina el reino del viagra y empieza el de los vestidos tipo Sisí Emperatriz. Es asombrosa la densidad de tiendas con vestidos cursis hasta decir basta por metro cuadrado. La razón está en que aquí son tremendamente populares las fiestas de los 15 años… pero esto lo contaré en otro post.

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Sunday, November 05, 2006

Autopromoción

Escribo un post apresurado para comunicarles que ya funciona el contador y por fin puedo saber con que palabras clave ha encontrado la gente mi humilde bitácora. Información esta que a mí, que no me dedico al marketing, no me sirve absolutamente para nada... pero me hacía mucha ilusión, oyes.
El top ten de búsquedas, que es en realidad un top four, es éste:

1) Me engaña por internet
2) Historia de los cocteles calientes
3) Dicen que yo soy un vagabundo
4) Historias de madres calientes

Yo aquí, en esto de las palabras clave, estoy viendo tema para una tesis de sociología. No sé...yo noto que esas frases aparentemente absurdas expresan las obsesiones del hombre contemporáneo y su problemática en un ambiente hostil donde las relaciones de poder entre las nuevas subjetividades y las estructuras tecnológicas marcan un conflicto no resuelto entre el sujeto y los nuevos sistemas de información. O sea, la gente quiere comunicarse... sólo hay que saber entenderla.

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Saturday, November 04, 2006

Chico Buarque y las últimas voluntades

Ayer cantó Chico Buarque en Lisboa y yo me lo perdí. Ver a Chico Buarque en directo es una de esas cosas que me gustaría hacer antes de morir y ahora no sé si voy a tener la oportunidad. No es por ser dramática pero ya el hombre está mayor y no está tan metido en la música como antes. De hecho me sorprendió bastante que sacara un disco y que se fuera de gira. Bueno, pues resulta que me puse a pensar que cosas me gustaría hacer antes de morir y me ha salido esta lista. Son todo cosas un poco tontas lo que indica que debo ser más simple que el mecanismo de un botijo (lo digo porque la lista no incluye nada de hijos, árboles y libros, conste que no estoy "fishing for compliments" como dicen los ingleses). Pues al tema. Estas son las cosillas que me gustaría hacer antes de abandonar este valle de lágrimas:

- Ir a un concierto de Chico Buarque (lo repito por completitud)

- Acostarme con M. (o sea, “hacer el amor” de verdad no como la vez que lo que pasó es que habíamos bebido mucho.)

- Hacer submarinismo (es un objetivo bastante factible – tenía una conocida cubana que confundía factible con loable y le quedaban frases bastante graciosas – pero por una cosa o por otra nunca lo he conseguido. Por ejemplo, una vez me apunté a un curso y un temporal destruyó la escuela pocos días antes de que empezaran las clases.)

- Conseguir pintar algo decente. (El comentario de mi hermana al ver unos supuestos retratos pintados por mí fue el siguiente: ‘¡Qué horror! Pero Mac, eso es horrible, ¿no?’ La confianza, efectivamente, da asco.)

- Descubrir una supernova galáctica. (Pues sí, una no es de piedra y le gustaría tener su momento Jodie Foster).

Quería poner una canción de Chico Buarque como banda sonora pero ahorita ando un poco espesa y no puedo pasar mis archivos de música a mp3 ni me acuerdo de los datos de mi cuenta del youtube, así que otra vez será. Pero encontré un vídeo simpático donde Chico, con bigote y camisa lolaila, canta con Milton Nascimento. Lo pueden ver pinchando aquí.

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