Tuesday, October 30, 2007

Coca-Cola

Me llamo Macorina y fui adicta a la coca-cola. En el trabajo sacaba una lata de la máquina un par de veces al día y nunca, nunca, faltaba en mi cesta de la compra. La bebía como si fuera agua y si tenía sed la primera imagen que se me venía a la mente era la de una coca-cola bien fría. A veces me levantaba de madrugada e iba directamente a la nevera para beberme un vaso. Si no lo bebía no me podía volver a dormir. Ésta fue la señal que me hizo ser consciente de que mi relación con la coca-cola no era normal. Entonces decidí dejar de tomarla. Lo hice y misteriosamente (o no) adelgacé diez kilos.

A día de hoy reconozco que a veces la tomo, aunque muy de vez en cuando, y que me sabe muy bien. Por otro lado, desde que trabajo en la montaña, la coca-cola ha adquirido una nueva dimensión. Aquí todos los días son iguales menos los domingos cuando tenemos nuestra pequeña alegría semanal: ¡hay coca-cola! El racionamiento y la precariedad hacen que la valore más de lo razonable y, no con cierta vergüenza, tengo que confesar que espero con bastante ilusión mi dosis semanal consistente en una lata de 33 mililitros. Peores eran los tiempos en que, además de coca-cola, traían fanta fresa, supongo que porque estaba de oferta porque si no, no se explica. El caso es que si llegabas tarde a la comida, como me solía ocurrir por tener horario nocturno, no era raro que, ¡oh horror!, se hubiera agotado la coca-cola. En su lugar encontraba unas cuantas latas de fanta fresa, que viene a ser como el bisolvón pero con burbujas, que en mi paranoia pensaba que se reían de mí desde el estante de la nevera. Obviamente, ahí las dejaba no sin pensar que el siguiente domingo tenía que levantarme más temprano. Frustración e impotencia infinitas.

Toda esta historia se me vino a la cabeza porque acabo de leer un artículo sobre la coca-cola. Aunque se ha escrito de todo sobre el tema, hay cosas que me parecieron interesantes y que paso a copio-pegar (y a modificar un poquito, añado).

Según la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor, el refresco de Cola “constituye la mas grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación, pues además lleva a la ingestión de calorías vacías, es decir, con cero proteínas, vitaminas y minerales”. Pese a la sensación de energía que da, no se puede decir que la Coca Cola sea una bebida nutritiva. Es el azúcar, más que la cafeína, lo que provoca la adicción. Al recibir cinco cucharadas de azúcar en un trago de refresco, el páncreas debe enviar mucha insulina a la sangre para contrarrestar ese feroz ataque. El irónico resultado es un drástico descenso del nivel de azúcar en la sangre, seguido de una necesidad de más azúcar. Así mismo, la cafeína, extraída de la nuez de cola, es un estimulante del sistema nervioso que produce sensaciones agravantes, pero si se ingiere en cantidades elevadas puede provocar insomnio, taquicardia, dolores de cabeza y ansiedad. La gran cantidad de azúcar combinada con el ácido fosfórico altera el equilibrio de calcio y fósforo en el cuerpo e impide la adecuada absorción de hierro, lo que provoca malnutrición y anemia. La OMS intentó dar información sobre los peligros del consumo excesivo de azúcar. Las grandes trasnacionales, ligadas al azúcar intentaron impedir la publicación del documento; Coca Cola amenazó con presionar al Congreso estadounidense para que quitara los subsidios que da a la OMS si ésta no retiraba el documento.

La marca demanda abundante cantidad de agua para sus actividades, con lo que necesita controlar los acuíferos. La consecuencia es que está deshidratando algunas comunidades y contaminando los sistemas de agua y los campos de cultivo al realizar vertido de residuos tóxicos. Cada fabrica de Coca extrae 1-2 millones de agua diarias, ésta cantidad cubriría las necesidades de agua potable de millones de personas. Coca Cola necesita casi 4 litros de agua fresca para producir un litro de su producto, para eso, la compañía convierte el 75% del agua limpia que extrae, en agua de desecho, lo cual a su vez contamina el escaso resto que permanece en el subsuelo y en la tierra.

En México, las fábricas de la multinacional no pagan el agua que consume, producto de concesiones gubernamentales.
(Yo añado: El ex presidente Vicente Fox fue el director de Coca-Cola para América latina aunque en realidad no creo que la compañía tuviera un trato de favor por ese motivo porque en México ninguna de las grandes empresas paga impuestos. No es de extrañar que Carlos Slim, dueño entre otras de las compañías telefónicas Telmex, Telnor y Telcel, sea el hombre más rico del mundo. Así cualquiera).

Esta empresa es la que mas dinero se ha gastado en la Historia en publicidad.
(Y la verdad es que se lo han currado. El anuncio que ilustra este post me parece espectacular)


13 comments:

Anonymous said...

Yo también fui adicta a la cocacola;llegúé a desayunar únicamente una lata, y a beberme seis o siete al día.Mis dientes aún se acuerdan, y tuve que dejarlo por las taquicardias y los ataques de ansiedad.Y me acuerdo que la abstinencia provoca un dolor de cabeza terrorífico.
Muy interesante, tu post.Con lo inofensiva que parece esta bebida, que hasta se la damos a los niños.

Anonymous said...

Yo abandoné la coca hace casi un mes y -- añadiendo un poco de ejercicio diario -- he bajado siete kilos.

Concuerdo con malayerba acerca de el consumo infantil de la bebida: está mal; pero todavía tengo el recuerdo cuando, a los 4 años, mi abuelo me enseñó a tomar bebidas con un popote ('pajilla') premiándome con la suculenta mezcla de azúcar, caramelo, ácido fosfórico, cafeína y demás ingredientes...

Anonymous said...

El ácido fosfórico, además de las consecuencias que cuenta el informe, provoca el envejecimiento prematuro de la piel. Me lo contó mi hermana, gran ex adicta también. Es increíble la cantidad de gente que conozco que es o ha sido adicta a la coca-cola, y es un tema que apenas se comenta, y si se hace no se la da importancia, cuando yo creo que se trata de algo grave.
Es el timo del siglo, engorda, malo para la salud en general, supone un gran gasto de dinero para las personas adictas y encima contamina. Lo tiene todo, yo no sé qué esperamos para dejar de consumirla. Bueno, yo la verdad es que mucha no tomo, de tarde en tarde, y me he pasado épocas largas sin probarla, pero menos aún debería tomarla, nada.

Anonymous said...

Yo nunca he sido adicto a la coca-cola, pero la tengo tan asociada a cienes y cienes de situaciones que no concibo ciertas comidas sin la lata –no botella, que de eso también se podría escribir un par de post, cada cual con sus manías–, hasta tal punto que he llegado a pensar que algunas comidas me gustan por el contraste con la bebida, no porque disfrute de su sabor intrínseco.

Lo que siempre me ha parecido flipantérrimo es la gente que mezcla la coca-cola con algo dulce –generlamente bollería–, cuando la mezcla me parece ajjjquerosa. ¿Y la coca-cola light? Yo siempre que pego un trago me aseguro de que tengo los dientes en el sitio y de que no se me mueven o algo así. Y la zero, peor entoavía. Puajjj. Cuanto más amarga, mejor... es que está de güena... :P

PD: Creo, creo, que no soy adicto...

Anonymous said...

(con esto de las fotos cada vez estoy mas vago)

comparto todo lo que se ha dicho por aqui. nunca he sido addicto y de vez en cuando puede que me tome alguna.

puede ser practica en caso de sufrir una infección estomacal y no poder recurrir a medicamentos. lo mata todo.

me gusta mucho la imagen de cabecera que has puesto. es, entre otras cosas, por questiones asi (campañas de imagen muy potenetes) que arrasa en el mundo.

Anonymous said...

Gurb, por eso y porque,reconozcámoslo, está buena.Muy buena.Y engancha.
Lo que me fascina a mí es que no hay lugar, por remoto que parezca, que no conozca y tenga cerca dónde adquirir una coca cola.

Anonymous said...

lo mejor de coca cola es la publicidad. el brebaje es absolutamente asqueroso, pringoso, no hay por donde pillarlo

Anonymous said...

malayerba, a lo mejor no es que este tan buena sino que le echan sustancias adictivas.
bueno, a algunos adictos les da dolor de cabeza si no la toman (como yo con el cafe), luego; hay alguna sustancia que el cuerpo, habituado a la coke, esta pidiendo.

Anonymous said...

a mi la coke, nose,la tomo y me da como sensación de vivir...

Anonymous said...

pues a mi todo lo contrario. las dos veces al año que la tomo (excepto mezclada con ron), me parece que me estoy medicando, la chispa de l vida me la busco po-ejemplo en una bottle of sidra bien fresquita

Anonymous said...

Y hoy, leyendo leyendo, me he tropezado curiosamente con la información de la cantidad ingente de azúcar que utilizan los refrescos, que significa el cultivo masivo y excesivo de caña de azúcar, suelo cuyo uso podía ser destinado a otra cosa.
Es mala la mires por donde la mires.

Anonymous said...

Yo tampoco he sido adicta, aunque si la tomo de vez en cuando.
No habia oido nada de lo que ahí cuentan y la verdad que tiene bemoles.
Un besote.

Anonymous said...

Yo creo que hay otros alimentos con sustancia adictiva. Recuerdo unos caramelillos de colores que vendían en UK. Eran adictivos seguro. Todo el mundo al que se los daba a probar me decían que lo eran. Llegué a traerlos a España para que lo probaran mis conocidos. Me encantaban esos caramelos, lástima que no se encontraban en todas partes (era lo que tenía vivir en un pueblo tipo culo del mundo –y lo digo con cariño, que fue un buen año para mí-).
Y otros alimentos… se me ocurren quizá las Pringles que, quitando las del bote verde, mira que están malas las joías, que son una masa de patata y vete tú a saber qué. Pues la Pringles, y más que te pillen con un poquito de hambre, como las pruebes no paras.
Y no sé, unas alitas de pollo picantes que vendían en el Spar 24 horas de Aberystwyth. Igual estaban sólo muy buenas, pero tenían demasiado color.
Bueno, supongo que nada impide que se le echen a ciertos alimentos sustancias adictivas que aún no estén reguladas, o que las compañías no hayan presionado para que no se prohíban.
En fin, vete tú saber el intrincado mundo de estas multinacionales. :)