Tuesday, April 24, 2007

25 de Abril

El 25 de Abril de 1974 a las 00:20 sonaba Grândola Vila Morena, de José Afonso (se puede escuchar aquí) en Rádio Renascença. Esta fue la segunda y última señal para que comenzara el levantamiento, conducido por militares de grado medio, que acabó en un sólo día con el régimen de inspiración fascista que gobernaba en Portugal desde 1926. Treinta años más tarde, a la misma hora, se hacía el silencio en la Plaza del Comercio y se escuchaba de nuevo la voz de Zeca Afonso esta vez acompañado de una multitud que coreaba la canción. Hay pocos momentos en mi vida en que haya sentido tanta emoción. No por una cuestión ni remotamente parecida al nacionalismo, porque además no soy portuguesa, sino porque en los tres minutos que dura la canción tuve fe en el ser humano y en la capacidad de cada persona para sentirse identificada con sus semejantes y actuar para el bien común. En definitiva, sentí eso que llaman solidaridad o fraternidad. A este respecto, me gusta la llamada que hace el economista José Luis San Pedro para reivindicar el concepto de fraternidad. Según él, del lema de la revolución francesa 'Libertad, Igualdad y Fraternidad' los sistemas económico ensayados por la humanidad hasta la fecha sólo han tenido en cuenta (y mal - añado yo) los dos primeros conceptos, olvidando la idea de fraternidad:

¿Cómo puede pensarse entonces que no es urgente reformar a fondo los supuestos básicos de la ciencia económica, a fin de actuar en unas sociedades que han cambiado tanto? Al capitalismo le debemos el gran progreso que nos trajo desde las monarquías absolutas hasta las democracias surgidas de la Revolución francesa: libertad, igualdad, fraternidad. Pero si bien el liberalismo de mercado nos dio más libertad, aun a costa de mayor desigualdad, y si el comunismo favoreció la igualdad, con merma de la libertad, ninguno de los dos ha progresado ni siquiera hacia la solidaridad, ya que no a la lejana meta de la fraternidad. Al contrario, al poner el énfasis en el individuo, el capitalismo mercantil socavó los sentimientos de comunidad propios de las sociedades tradicionales y los sigue socavando en el Tercer Mundo sometido a su influencia; mientras el comunismo sólo consiguió imponer una solidaridad forzosa, triste simulacro de la que debe ser interna y auténticamente vivida.

En fin... que la montaña me pone mística. El otro día hablando con alguien me preguntaba que a qué me refería con eso del misticismo. Pues más o menos a esto. Mi idea inicial era escribir un post conmemorativo con datos y fechas y tal... y acabé marcándome un rollo sobre la fraternidad. En resumen, que siempre me han dado envidia los portugueses que tuvieron una revolución. No como nosotros que se nos murió el tirano en una cama... pese a que alguno corriera delante de los grises.

Feliz Dia da Liberdade!!!!

4 comments:

Anonymous said...

Esta canción, para recordar los claveles.Y para recuperar la fe.

Anonymous said...

Primera vez que comento, aunque te leo calladita y atenta.
"Grandola vila morena, terra da fraternidade..." , siempre me pareció un hermoso detalle que una canción sea la contraseña de la revolución.
Y sí, coincido en que la fraternidad parece, al menos a la luz de la historia, la hermana menor de las otras dos. No se han hecho revoluciones en su nombre, ni se ha incendiado en grandes discursos; para compensar se conserva más limpita que las otras (comentario de mi lado cínico: je, limpita porque no se usa...).
Y sí otra vez, los tiranos no sólo suelen morir en sus camas, sino que acostumbran llegar a viejos.
Saludos.
PD: Ah, mientras te leía recordé una imagen del "Siglo de las luces" de Carpentier: en el mismo barco que trae a América las ideas libertarias de la rev. francesa...viaja la guillotina. Como ves, no sos la única que se dispersa.

Anonymous said...

Siempre me gustó esta revolución, con su canción, sus claveles y todo lo que representa. Yo también he pensado muchas veces que en España nos podía haber pasado algo así, pero no, aquí tuvimos LA TRANSICIÓN, que durante años nos vendieron la moto de que era el no vas más, porque no hubo muertos y todos cedieron un poco (¿o unos se acomodaron y otros tragaron?), y hasta la queríamos exportar (qué pagados de nosotros mismos).
¿Me puedo dispersar un poco más?
Vaya estafa. Luego llegó Aznar y nos dimos cuenta de que si llegó la democracia era porque a nivel europeo y mundial la situación era insostenible, pero que aquí no todos habían evolucionado, y que la moneda que tuvimos que pagar fue la de la memoria histórica, un precio demasiado alto, porque un pueblo sin memoria, sin pasado, no tiene identidad, y así nos va, y así algunos la inventan sobre bases de una historia inventada y manipulada por los que detentaron el poder.
Y así este país vuelve a la andadas, a su esquizofrenia tradicional. Capaz de lo mejor y lo peor, los más adelantados y los más retrógrados, como en tiempos, ni más ni menos, como durante los primeros años del siglo XX, como en los tiempos del Imperio. Tan poquitos y tan jodidos que somos.

Y así seguimos, y como dice mi hermana, la mitad del país no se habla con la otra mitad.

Y sobre la fraternidad, cierto que era el pilar de la revolución francesa no explotado, y o llega o nos vamos todos al garete. Quizá toque en la próxima generación, en los que ahora son niños y crecerán en la conciencia del desastre, quizá Kirikita sea de ellos.

macorina said...

Malayerba, gracias por la canción. Muy bonita.

Cincopalpeso, bienvenida. Me encantan tus comentarios... dando donde duele pero siempre con humor :-)

Iwi, cuánta razón tienes, lo de la transición española da para cienes y cienes de comentarios. Qué farsa y qué fraude colectivo. Cuando una enfermedad no se cura bien se hace crónica... y en esa estamos.