Tuesday, October 24, 2006

Telenovela

Nunca me han gustado especialmente las telenovelas. Aunque, como todo el mundo, lo que veía eran los documentales de los leones del Serenguety de la 2, también he visto alguna telenovela, que una no es de piedra. Cuando estaba en el instituto en turno de tarde (yo soy de la generación de los 45 niños por clase y doble turno en los institutos públicos) seguí algunos capítulos de un engendro llamado “Los ricos también lloran”. Y lloraban, vaya si lloraban, pero se movían en un mundo relativamente fácil de entender. Había una más mala que la quina, guapa pero de pelo corto y sobremaquillada y estaba la protagonista de belleza clásica y aire infantil (Verónica Castro, creo) que era buena, buena, buena. También llegué a ver algunos capítulos de aquella de la familia de viticultores de California y ya en la edad adulta me enganché a una llamada “Mulheres Apaixonadas”, ahí es nada. Como ven no le hago ascos a una pequeña dosis de pasiones desenfrenadas de vez en cuando. Una cosa bien distinta es vivir dentro de una telenovela. Y aquí es donde yo estoy ahora… como personaje secundario.

El guión: A estaba con B, pero B no quería a A y un día decidió irse. Pese a que A hablaba muy mal de B y a que aparentemente no le veía más que defectos no se alegró por su partida sino que se puso muy triste y le suplicó que volviera. B a su vez no pudo soportar el chantaje emocional y volvió. Poco tiempo después B tuvo una aventura con C, que era amiga de A. No se sabe como ésta se enteró y ahora A, B y C están sufriendo y haciéndose daño mutuamente. Yo soy amiga de A y de B y conozco a C. Sé que la situación no debe ser fácil para ellos pero también sé que los unos no tienen la culpa del sufrimiento de los otros. La cosa es que no puedo ni quiero tomar partido por ninguno. Me acusan de ser demasiado racional. Dice A que como no estoy enamorada no lo entiendo. Pero es que A y B tampoco están enamorados, ¡por el amor de deus! Me harta que este tipo de historias se confundan con amor porque no tienen nada que ver. Lo que yo veo, y no hace falta ser Freud para verlo, es que A tiene poca autoestima y que B es cobarde. Como yo sí he conocido el amor (¡toma momento Pantoja!) sí sé lo que es: querer la felicidad del ser amado por encima de todo. Las historias estas de ayer te amé y hoy te quiero ver revolcado en el fango no me gustan ni en las novelas. Y no sé por qué tienen tan buena prensa porque para mí son tan sórdidas como las de ‘fulanito es más listo que yo, ojalá no consiga ese curro’. Llámense celos o envidia, son bajezas humanas contra las que debe luchar cada uno como buenamente pueda. Fin de la historia. ¡Joder, cuánto daño ha hecho Corín Tellado!

Los dejo con una canción de Lenine que se llama Rosebud (O Verbo e a Verba)


powered by ODEO

6 comments:

Unknown said...

Totalmente de acuerdo Macorina, con tu explicación del amor, o estar enamorad@. Sobres esos culebrones reales lo mejor es mantenerse al margen, como estás haciendo. Por experiencia propia, sé que siempre sale el amig@, que no tiene nada que ver con la historia perdiendo y escaldado.

No me parece justo que te pidan que te pongas de su parte.

(Luego escucho la canción, en casita)

Anonymous said...

Están de culebrón mientras les sale algo mejor en la vida, que en algo hay que dejarse las emociones. En estas cosas mejor mantenerse al margen, ya lo habéis dicho, y esto no es tan fácil siempre, bien por tu propia inercia, bien porque casi te obliguen del exterior.
De estas historias vistas desde el exterior se aprende mucho sin jugarse casi nada, aunque pueda resultar desagradable a veces también tú estás entretenida ;-)
Me ha encantado el momento pantoja!

Anonymous said...

El problema es también que, al final, te salpica quieras o no, al ser amiga de A y B y conocer a C. No sé si has optado por eso, pero llega un momento en que tienes que llegar a decir:

Mira, me puedes hablar de lo que quieras, pero de tus problemas con A/B/C no quiero saber nada porque sé que eres mi amigo/a y no quieres que yo esté en medio y sufra por los tres.

No pueden negarse a eso.

De todas formas, además de que es difícil ser objetivo -entre otras cosas porque llegas a tener tres versiones diferentes del mismo acontecimiento y a cual de todas más disparatada-, es múy complicado estar en medio.

Y conste que a mí no me gustan los culebrones hard, aunque sí los soft, que son más mezquinos. ;)

gurb said...

yo en la 7ª linea del segundo parrafo ya no sabia quién era A-B o C (soy muy malo para seguir culebrones) pero lo que has dicho en el épilogo me ha parecido genial.

siempre he pensado que ya tengo suficiente con mis problemas y mis paranoias como para andar metido en las movidas de los demas.

y si, a menudo se confunden 'ego' y 'orgullo' con amor. y luego pasa lo que pasa.

Anonymous said...

Pues yo seguro que meto hasta el fondo, porque no me gusta ver sufrir a la gente, eso si, si puedo evito tomar partido, pero ahí estoy yo para escuchar al que lo necesite e intentar animar, cosa dificil porque el amor va con el tiempo. Besos.

sagui said...

yo también me he perdido, pero suscribo plenamente a gurb.Bastante tenemo con lo que tenemo.Y sí, macorina, para mí también es eso, amar:querer lo mejor para el otro.Pero no todo el mundo piensa igual, y así andan.