Sunday, January 21, 2007

Montaña times



Aquí va una fotillo de mi lugar de trabajo. Abajo está el desierto de Sonora y más allá el mar. Es un sitio muy bonito de verdad que no se ve para nada reflejado en la imagen. Aparte de que yo no tengo ni idea de fotografía y de que mi cámara es de campo y playa, se me estaban congelando los dedos. Pero en fin, en este marco incomparable paso diez noches, con sus días, al mes. Aquí me dedico a la noble ciencia de la astronomía. Aparte de pagarme por investigar, soy lo que se llama astrónomo de soporte que consiste en poner a punto los instrumentos de observación y dar apoyo a otros astrónomos, que por venir a la montaña sólo ocasionalmente, no tienen mucha experiencia. Yo les explico como funcionan los aparatos y trato de solucionar los problemas que vayan surgiendo. Ejemplo: - ¡Esto no funciona! ¡No puedo ver estrellas! – ¿Has probado a abrir la tapa del telescopio? Si el problema es más grave un remedio que casi nunca falla es apagar y encender el aparato en cuestión, no sin antes soltar alguna parrafada técnica y fruncir el entrecejo para parecer profesional.

La verdad es que no tenía intención de hablar de mi curro pero, como el Barça, mi curro es más que un curro. No porque sea más o menos interesante que otros, sino porque exige un cambio radical de vida. Estamos a dos mil y pico metros de altura y a cinco horas de la civilización. Aquí vivimos un par de decenas de trabajadores en una residencia que viene a ser una especie de albergue de montaña pero sin coleguillas tocando la guitarra. ¿Recuerdan la plataforma petrolífera de ‘La vida secreta de las palabras’? Pues el ambiente es parecido. Es curioso como se acaban creando afinidades con personas que aparentemente no tienen nada que ver contigo sólo porque compartes tu tiempo con ellos en un ambiente hostil. Yo digo que es una especie de síndrome de Estocolmo. A veces es duro, sobre todo las noches de invierno, como la de hoy, en las que hace un pinche frío (hay -13 grados) y la jornada laboral se extiende hasta 14 horas (se trabaja de sol a sol, pero al revés) pero tiene sus momentos mágicos como cuando sales y ves un cielo increíblemente limpio y estrellado o como cuando te vas dormir al amanecer y ves salir el sol en el desierto. Aunque me gusta estar aquí, y en cierto modo me he habituado a la soledad, no me considero una persona dada al misticismo ni especialmente reflexiva. Me refiero a que no me hago preguntas trascendentales porque sé de entrada que no tienen respuesta. En cualquier caso, si existieran respuestas, el karmapa lama, el contable, el concejal de urbanismo y el astrónomo estaríamos igual de lejos de ellas. Bueno no, el concejal de urbanismo estaría un poquito más cerca. De hecho, a veces tengo crisis porque pienso que mi trabajo es totalmente inútil. En una de estas, me dio por matricularme en trabajo social por la UNED pero no duré ni un semestre. Imagino que ese no es el camino. Que lo que haces no tenga trascendencia ninguna para la humanidad puede ser tranquilizador (no se puede hacer daño a nadie) pero también un poco angustiante. En cualquier caso, hay que trabajar para vivir por culpa de Eva y de la serpiente aquella, ¿no?

Para terminar una canción de Triana que mola mucho. Yo quise subir al cielo para ver y bajar hasta el infierno para comprender...


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8 comments:

Anonymous said...

yo sí creo que tu trabajo tiene trascendencia para la humanidad. el mundo no sería como es ahora sin la astronomía.
aparte, creo que trabajas en un sitio precioso con unas condiciones muy especiales que hace que vivas situaciones y tengas emociones diferentes al resto de nosotros.
me parece muy chulo, cuéntanos más cosas si otro día te apetece, es muy interesante, y en cierta forma me da envidia, aunque por otro lado me imagino que tiene que haber condiciones que lo hagan duro a veces, no sé, no me importaría probarlo por una temporada

sagui said...

A mí me parece que tienes un curro de lo más poético, y que me encantan tus posts, aunque me los raciones tanto.Me pareces una tía grande, muy grande.

Anonymous said...

De pequeña quería ser astrónoma (y arqueóloga) y mira como he acabado.

Ya me quedé alucinada cuando me enteré del trabajo que tenías. Me das envidia y me provocas admiración a partes iguales.

Y opino igual que Iwi, tu trabajo sí que tiene transcendencia, y menudo entorno de trabajo.

Cuéntanos más, plis! (Si quieres, claro)

Anonymous said...

qué suerte poder vivir de algo asi, y en un lugar así. sigue contándo cosas tan bonitas

macorina said...

Cachis. Ya me emocionaron.

Anonymous said...

Y por cierto, no desmerezcas la foto, porque es impresionante.

¡Cómo debe ser al natural! De saltarse las lágrimas de la emoción.

Anonymous said...

Una se despista un poquillo y ya van tres post. Empiezo por éste.
Me encanta tu lugar de trabajo, sólo con un arbolito me conformaba y si además veo una montaña, me creo que estoy de vacaciones. Un beso

Anonymous said...

Cuando describes la vista desde tu lugar de trabajo, ¿no deberías decir "Abajo está el mar y más allá el desierto de Sonora"?